domingo, 9 de enero de 2011

iNSTALARSE EN EL DOLOR



"Hay veces que centrarse y arraigarse en el dolor puede ser una forma de rechazar la realidad, "lo que fue y lo que es". Puede ser terquedad.
Se suele asociar a esta actitud el pensamiento mágico, que no es más que una manera infantil de permanecer en el ayer y no fomentar el crecimiento.
Instalarse en el dolor nos enclaustra en el sufrimiento y en la debilidad, no permitiendo la actuación saludable, pretendiendo engañosamente que sigamos con un espejismo infantil en el pasado, en lugar de aceptar el hoy y crecer.

De lo que nos sucede

Lo que nos sucede siempre nos proporciona alguna información, quizás algo que necesitamos recordar, alguna tarea pendiente, o para madurar como personas.

Cada uno tiene sus propios tiempos y oportunidades.

Cuando podemos admitir lo ocurrido, sin reclamos ni reproches, emerge, desde nuestro interior, una energía sanadora que nos va modificando lentamente, dando origen a la experiencia liberadora.

Las circunstancias dolorosas 

Las circunstancias dolorosas son una oportunidad para reconocernos, para descubrir nuestras partes inmaduras, o insanas. Por ello, nos abren puertas, en vez de cerrarlas.

Cuando el abandono, la pérdida, el duelo, el fracaso se viven como mensajeros y no como problemas, cambian el sentido de lo que percibimos y nos trazan un nuevo camino de apertura, trascendencia y madurez. 

Uno empieza desde muchos ángulos, a ver y mirar con claridad.

Pueden ser trasformadas

Depende de cada uno, elegir seguir sufriendo u optar, libre y conscientemente, por renunciar a la queja y el resentimiento.

Aunque no nos quede claro el porque de lo vivido, después de un tiempo de elaboración, la experiencia se convierte en algo nutritivo.

Ampliando nuestras conciencias 

Al decir si a lo que fue y es, sin intentar, fantasiosamente, cambiar nada, el dolor se desvanece, se trasforma, permitiéndonos conocer quiénes somos verdaderamente, nuestra identidad, nuestras historia.

Pasito a pasito, porque es un proceso, como ocurre en la naturaleza. Y los procesos necesitan su tiempo: nada es mágico."


"El secreto de aceptar: una mirada esclarecedora". María Guadalupe Buttera y Roberto Federico Ré.Editorial San Pablo.2010


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