Eres como un pescador de noticias
que, al llegar a la orilla
de tu redacción, debes elegir,
de entre todas ellas, sólo
las que sirvan para edificar
la comunidad.
Para eso llénate de amor,
a fin de no malograr la verdad
que anuncies.
Aparta de tú corazón,
de tus labios y de tus manos
todo lo que no esté al servicio
del bien común.
Así podrás tener la certeza
de que tú vocación esta ligada
a la misión que nos dio Jesús,
de anunciar a todos los hombres
la Buena Noticia de la Salvación.
Monseñor Luis Diehl
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